DIARIO DE UNA PANDEMIA

 

EL TRABAJO DE CADA UNO

Todos en nuestra vida profesional intentamos hacer lo mejor posible nuestro trabajo, aunque a veces las circunstancias de cada uno son distintas y los recursos, pero sacamos las fuerzas de dónde sea para salir adelante. En este tiempo de pandemia que nos está tocando vivir por desgracia, ya llevamos casi un año muy duro para todos eso es cierto, pero también hay que recordar que muchos hacen su trabajo desde el sillón y no en primera línea de fuego como llevamos los sanitarios, fuerzas de Orden, y trabajadores sociosanitarios entre otros; es muy bonito decir a veces unas barbaridades tan grandes, sobre todo provenientes de los medios de comunicación que no saben el daño que hacen.

Es verdad que la pandemia se ha cebado con mucha gente mayor, pero os puedo asegurar que yo trabajo en una residencia de ancianos, y aunque es un trabajo duro, los mayores están en la última etapa de la vida, los trabajadores intentamos que estén lo mejor cuidados y atendidos para que sean felices en esta etapa; es cierto que a causa de la pandemia muchos de ellos no han podido ver a sus familiares y gracias al desarrollo del internet por las llamadas o videollamadas se ha podido ver.

Recientemente escuché las palabras de una periodista famosa diciendo que en las Residencias había habido aislamiento, confinamiento y soledad; pero puedo decir que es muy bonito hablar sin saber, desde su sillón sin mover un dedo y estar en plena línea de fuego que bonito es decir esas sartas de mentiras. Aislados y confinados hemos estado todos los españoles, saliendo lo justo para trabajar y comprar lo necesario, intentando no relacionarse con los amigos y con el resto de la familia que tienes lejos, sin poderte ver ni celebrar nada para evitar los posibles contagios e incluso sin salir de vacaciones. Hay que ser responsables.

En el trabajo han sido días muy duros para todos no lo voy a negar, había que estar no el 100% sino mucho más, y sobre todo, que nuestros mayores estuvieran bien atendidos para que esa falta de la familia fuera de una forma suplida. Menos mal que hemos tenido la suerte del apoyo de todas las trabajadoras de ayudarnos cuando era necesario, como el de las familias y fuerzas de Seguridad que nos felicitaban por nuestro trabajo bien realizado. Esa temporada tan dura seguía en nuestros hogares y sobre todo si tenemos a nuestros padres a nuestro cargo. Salir a la  calle y ver las ciudades vacías aún te podía deprimir, escuchar los aplausos y saber que algunos de las familias de nuestros residentes esos aplausos eran para nosotros, puedo decir que emocionaba y seguro que las lágrimas afloraban en nuestros ojos. Ser reconocidos por nuestros jefes es lo mejor que puede pasar.

Los medios de comunicación muchas veces cuando dan las noticias no las contrastan y hacen mucho daño cuando afectan a terceras personas, esa falta de sensibilidad por falta de algunos de esos famosos profesionales hacen que les dejes de seguir porque faltan a la verdad y dar esas noticias para conseguir más audiencia sin escrúpulos la verdad que deja mucho de desear seguirlos. Casi se prefiere ver otro tipo de programas. Ya me gustaría a mí que todos aquellos que hablan de boquilla hubiera estados algunas horas en primera línea y a lo mejor cambiarían de opinión. Espero que sea así.

 

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