DIARIO DE UNA PANDEMIA

 

DÍAS DE DESCANSO….

Por fin llegan las ansiadas vacaciones estivales esos días para descansar y desconectar del trabajo y todo aquello que ha  llevado este año tan complicado para cada uno de nosotros, cada uno de una forma u otra hemos sufrido esta dichosa pandemia y todo lo que ello conlleva; nos ha cambiado la vida para todos de una forma tan fuerte que no nos damos cuenta que hay que tener cuidado y seguir llevar los protocolos. Se puede descansar e ir de vacaciones pero evitando las dichosas aglomeraciones de gente, y si este año las salidas de la ciudad no se puede o no es aconsejable, quizás será el momento para poder recorrer la ciudad más tranquila e ir aquellos sitios que hace mucho que no vamos o conocer aquellos lugares especiales que hay en ella y nunca hemos  tenido tiempo para visitarlas o conocerlas.

Siempre hay algo que nos llama la atención  para desconectar de lo llevado por ejemplo exposiciones, o monumentos que están ahí y valen la pena visitar….pero que algunos han estado cerrado por obras y ahora ya abiertos puede ser la ocasión para contemplarlos en todo su esplendor. Sin aglomeraciones de público y ya que no hay tanto turismo debido a las consecuencias de la pandemia. Puede que no apetezca salir de nuestro lugar habitual de residencia por la preocupación de que pueda haber masificaciones, pero si decidimos quedarnos en nuestra ciudad puede que sean vacaciones o días de descanso disfrutadas de otra manera.

Hay que ser responsables y no bajar la guardia, puede que la gente que haga todo lo contrario piensan que a ellos no le va a tocar esta enfermedad o quizás no hayan tenido a nadie cercano que le haya pasado. Pero puedo decir que ha sido muy duro esta temporada, para todos aquellos que estamos en primera línea de fuego….la incertidumbre de cómo poder llevar a cabo toda esta situación era complicado pero afortunadamente se ha hecho, y por lo menos la satisfacción del trabajo bien hecho aunque haya muchas personas que desgraciadamente no estén con nosotros, y tener que poner buena cara y ayudarles a los que nos rodeaban, a veces era duro y sin ganas pero era lo que había que hacer. Quizás esa sonrisa o palabra de consuelo hacía mucho como un abrazo o beso….que desgraciadamente no se pueden dar. Este año quizás sería el año que apetece y necesitamos salir de la ciudad, pero no es posible y sin embargo hay que intentar cargas pilas para el otoño porque seguro que tendremos que estar en buenas condiciones físicas y psíquicas para poder afrontar todo lo que nos venga. Feliz verano

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

DIARIO DE UNA PANDEMIA

DIARIO DE UNA PANDEMIA